Oracional
Consagración al Señor de los Milagros
Señor de los Milagros, porque nos amas, hemos venido a visitarte para alabarte, bendecirte, y darte gracias por tantos favores que nos has concedido.
Señor de los Milagros, porque nos amas nos arrepentimos de los pecados que hemos cometido y con los cuales te crucificamos en nuestros corazones, te prometemos comenzar desde hoy una vida nueva.
Señor de los Milagros, porque nos amas, quiere verte presente en cada uno de nuestros hermanos.
Señor de los Milagros, porque nos amas, hemos venido a suplicarte como el leproso del evangelio: Señor, si quieres, puedes curarnos (Cf. Mc 1,40). Perdona nuestros pecados y cura las enfermedades que nos hacen sufrir.
Señor de los Milagros, porque nos amas nos consagramos a tu servicio con nuestras familias, seres queridos, trabajos, problemas y alegrías.
Señor de los Milagros, porque nos amas, queremos vivir contigo durante la vida para vivir contigo en el cielo.
Oh María, Madre del Perpetuo Socorro, presenta esta consagración a tu divino Hijo. Amén.
Oración de agradecimiento
Señor te suplico: el pan cotidiano, un techo seguro, la salud necesaria, un día sin incidentes, una noche segura.
Quiero tener ánimo para sobre llevar todas las contrariedades y contradicciones provocadas por las circunstancias de la vida.
Señor, conserva siempre la luz de mis ojos y el uso normal de mi inteligencia, de mis nervios y de mis sentidos, Resuelvo no cerrar mi corazón a los humanos sentimientos y no cruzarme de brazos ante las exigencias del amor fraternal.
Señor, aparta de mi camino los peligros de la traición, las injusticias y calumnias. Me propongo convivir alegre con todos y respetar la actitud de cada uno con su manera de ser, con su derecho a opinar, disentir y defenderse.
Señor, te suplico tu bendición para todas las horas de mi vida. Cultivare la unión de la familia, la simpatía de los vecinos y de los compañeros de trabajo, la fidelidad a los amigos y la paz con toda la humanidad.
Oración de agradecimiento
Gracias, señor, muchas gracias por todos los dones que me entregas. Gracias por todo lo que vi, escuche y recibí. Por el agua que me lava, por la ropa que me viste, por el pan que me sustenta. Por la casa, por los padres, hermanos y amigos. Por los esfuerzos, conocimientos y trabajos. Por los buenos días que me desearon, por la luz que me ilumina, p olor apretones de manos que repartí. Por el tiempo que me diste, por la vida que me ofreces, por la bendición de todos los días.
Gracias por estar conmigo, Señor. Gracias porque me escuchas y porque me tomas en serio. Gracias porque recibes mi agradecimiento de hoy. Gracias, Señor, muchas gracias.
Oración en la necesidad
Señor, enséñame a no contentarme con amar a los míos. Enséñame a pensar en todos los demás; a amar a aquellos que nadie ama. Haz que sienta el sufrimiento de los demás. Dame la gracia de comprender que en cada minuto de mi vida feliz y protegida por ti. Hay millones de mujeres y hombre hermanos míos que mueren de frío y de miseria sin merecerlo.
Ten piedad de todos los pobres del mundo. Perdónanos por haberlos olvidado. No permitas que pretenda ser feliz únicamente para mí. Dame la angustia de la miseria del mundo. Que mi oración y mi trabajo de hoy me ayuden a que todas la angustia y la miseria disminuyan y que mi corazón al amor verdadero.
Oración por la unidad de los cristianos
Ven, Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu y las cosas serán creadas… y renovaras la faz de la tierra.
Oh, Dios, que con la claridad de Espíritu Santo iluminaste los corazones de tus fieles, concédenos ese mismo Espíritu para obrar siempre con prudencia y rectitud y gozar de sus consuelos inefables.
Abre nuestros ojos a tu presencia. Abre nuestros oídos a tus llamadas. Abre nuestros corazones a tu amor. Que nuestros brazos se abran a los otros. Que nuestros corazones se abran a los extranjeros. Que nuestras puertas se abran a los que llaman. Que estemos abiertos hacia Ti, Señor. Abre este día hoy y siempre. Amén.
Oración de san Alfonso al Redentor
«Bien veo, mi divino Redentor, que mi corazón es indigno de ser por ti acogido, ya que te ha abandonado para amar a las criaturas; pero también veo que, a pesar de esta traición, me lo estás reclamando todavía: por eso, con toda la fuerza de mi voluntad, quiero consagrártelo y te lo doy. Dígnate, pues, inflamarlo por completo en tu santo amor; haz que desde ahora no ame ya ninguna otra cosa que a ti, Bondad infinita, digno de infinito amor. Te amo, Jesús mío; te amo, soberano Bien mío. Te amo, único amor de mi alma.
Oh María, Madre mía, tú eres la «Madre del amor hermoso», alcánzame la gracia de amar a mi Dios; de ti lo espero»
Oración de san Alfonso al Corazón de Jesús
«Oh Corazón amabilísimo de mi divino Salvador; Corazón apasionado de amor, de tierno amor por los hombres; Corazón digno, en una palabra, de reinar sobre nuestros corazones y poseerlos por completo : cuánto desearía hacer comprender a la humanidad entera el amor que nos tienes y las delicadezas que usas con las almas que te aman sin reserva.
Oh Jesús, amor mío, aquí está mi voluntad; acepta, te suplico, la ofrenda y sacrificio que hoy te hago. Dame a conocer lo que esperas de mí, porque quiero cumplirlo enteramente, con la ayuda de tu gracia» (Práctica del Amor a Jesucristo).
Oración antes del descanso nocturno
Padre al concluir este día, te pido tu bendición. Bendíceme con la bendición de la paz, el amor y la reconciliación.
Bendíceme, para que el amor en mí permanezca vivo, mientras mi alma y mi cuerpo se entreguen al sueño. Permite que en medio del reposo nocturno la semilla de tu palabra crezca en mi interior.
María, Madre de bondad y de amor, Perpetuo Socorro de la humanidad, Madre del mundo creado por Dios, quédate conmigo y con todos tus hijos todas las noches. Aparta de nosotros todo mal y toda influencia maligna.
Padre, te entrego mi corazón y descanso, confesando mi fe en ti, Dios Uno y Trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.
REFLEXIONES DE LA NOVENA DE NAVIDAD SEGÚN LOS TEXTOS LITURGICOS
JESÚS VIENE A NUESTRO ENCUENTRO
NOVENA DE NAVIDAD
REFLEXIONES PARA LOS DÍAS DE LA NOVENA SEGÚN LOS TEXTOS LITÚRGICOS
P. ÓSCAR JAVIER MARTÍNEZ MORALES MISIONEROS REDENTORISTAS
Oración de san Alfonso al amor de Jesús
«Te amo sumo bien mío. Te amo con todo mi corazón y más que a mi mismo. Te amo y no quiero otra cosa que amarte. Veo que este deseo de amarte es ya una manifestación de tu gracia. Así que, Señor, completa tu obra. Asísteme siempre, hasta la muerte. Dame fuerzas para superar mis cobardías y vencer las tentaciones. Quiero ser todo tuyo. No quiero vivir para mí, sino para ti, Redentor mío, mi amor y mi todo.
Oh María, esperanza de los pecadores, confío mucho en tu intercesión. Te ruego, por el amor que tienes a tu hijo Jesucristo, que me ayudes en este camino de la santidad. Amén».
(Práctica del amor a Jesucristo)
Oración por la propia vocación de san Alfonso
«Oh Señor mío Jesucristo, ¿cuándo podré agradecerte por el singular favor que me has concedido al llamarme a este mismo ministerio que tú has ejercido en la tierra, ayudándote con mis escasas fuerzas para salvar el mundo? ¿Cuándo merecí honra tan grande y tanta gloria: cuando te ofendí con tantos pecados o cuando arrastré a otros a que te ofendieran? Oh Salvador mío, ya que me has llamado para que te ayudara en esta gran obra de la redención, quiero gastar en ella todas mis fuerzas, y para obedecerte estoy dispuesto hasta a dar mi sangre y mi vida si no bastan mis sudores y fatigas…
Me tengo por dichoso al considerar que me has escogido para esta gran obra. Y al consagrarme a ella, renuncio a todas las alabanzas de la gente y a toda personal complacencia, para no buscar más que tu santa gloria. Sea para u toda la honra, y para mí las incomodidades, las humillaciones y toda suerte de trabajos…
Oh María, abogada mía poderosísima, que tanto amas a las almas, asísteme y ayúdame»
(Avisos sobre la vocación religiosa, Consideración 13).
Oración bíblica de adviento
Señor, tú cumpliste la promesa que hiciste
a Israel y a Judá de hacer nacer un vástago
del tronco de David, mi señor Jesucristo.
Haz que sea digno ante ti en santidad.
Ayúdame a descubrir los signos de los
tiempos. Ayúdame a estar vigilante en
todo momento para la venida del Hijo del
Hombre en una nube con poder y gloria,
que vive y reina contigo por los siglos
de los siglos. Amén.
Tomado de: Mark Boyer, Reflexiones diarias para adviento y Navidad, Liguori Publications – 2016.
Oración comunitaria de adviento
Tiempo de Adviento, tiempo de espera, tiempo de Dios.
Esperanza del pueblo, la vida nueva. El Reino nace, don y tarea.
Te cantamos Padre de toda esperanza.
Con María, ayúdanos, a vivir generosos en la entrega,
a ofrecer nuestra vida como ella,
a escuchar y practicar tu palabra en el Adviento,
Que seamos solidarios con los que sufren,
con quienes no tienen lugar en nuestro mundo.
Tiempo de Adviento, tiempo de espera, tiempo de Dios.
Con los pastores de Belén ayúdanos, Señor, a estar en vela
a correr a tu encuentro, a descubrir tu rostro en medio del pueblo,
a no quedarnos “dormidos” en la construcción de tu reino.
Tiempo de Adviento, tiempo de espera, tiempo de Dios.
Con los ángeles de Belén, ayúdanos Señor, a soñar un mundo nuevo,
Construyamos la paz. Edifiquemos la Justicia entre los pueblos.
Navidad, fiesta del hombre. Navidad, fiesta de Dios.
Queremos ser tus Testigos, danos tu fuerza, Señor.
Tomado de: Cesplam – Redentoristas de España
Oración Juvenil de Adviento
Porque nuestros proyectos se desmoronan y fracasan
y el éxito no nos llena como ansiamos.
Porque el amor más grande deja huecos de soledad,
porque nuestras miradas no rompen barreras,
porque queriendo amar nos herimos,
porque chocamos continuamente con nuestra fragilidad,
porque nuestras utopías son de cartón
y nuestros sueños se evaporan al despertar.
Porque nuestra salud descubre mentiras de omnipotencia
y la muerte es una pregunta que no sabemos responder.
Porque el dolor es un amargo compañero
y la tristeza una sombra en la oscuridad.
Porque esta sed no encuentra fuente y nos engañamos con tragos de sal.
Al fin, en la raíz, en lo hondo, sólo quedas Tú.
Sólo tu Sueño me deja abrir los ojos,
sólo tu Mirada acaricia mi ser,
sólo tu Amor me deja sereno,
sólo en Ti mi debilidad descansa
y sólo ante Ti la muerte se rinde.
Sólo Tú, mi roca y mi descanso
Tomado de: Pastoral Juvenil – Redentoristas de España