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Por: P. Rel Brendan Coleman Mc Donald, C.Ss.R.

La Iglesia Católica comienza cada año el Miércoles de Ceniza el Tiempo de Cuaresma,que se extiende hasta el Jueves de Semana Santa, día en que celebramos la última cena de Jesucristo con sus apóstoles.

La palabra “Cuaresma” proviene del latín quadragesima, y es el período de cuarenta días anterior a la fiesta más grande del cristianismo: la resurrección de Jesucristo, celebrada el Domingo de Pascua.

La duración de la Cuaresma se basa en el símbolo del número cuarenta de la Biblia. Es una serie de expectativas, preparación y pruebas.

En la Biblia caracteriza las sucesivas intervenciones de Dios: David, como Saúl, reinó 40 años; el diluvio duró 40 días; Moisés sirvió a Dios en el monte Sinaí durante 40 días, y durante 40 años Moisés dirigió al pueblo de Israel en la peregrinación del desierto hasta que llegaron a Canaán; Jesús pasó 40 días en el desierto y luego apareció resucitado durante 40 días, etc.

El número cuarenta de la Biblia simboliza el universo material, seguido de ceros que significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.

Unos doscientos años después de la muerte de Cristo, los cristianos comenzaron a preparar la Fiesta de Pascua con tres días de oración, meditación y ayuno. Alrededor del año 350 D.C., la Iglesia Católica aumentó el tiempo de preparación a cuarenta días. Así que surgió la cuaresma.

Aunque es un tiempo penitencial, no es un momento triste o depresivo. Es un momento especial de purificación y renovación de la vida cristiana para poder participar con mayor plenitud en el Misterio Pascual del Señor.

La liturgia de la Cuaresma insiste: el pecado no es irreparable. Para aquellos que creen, hay retorno, conversión, perdón y salvación. Él es la luz que penetra en nuestra oscuridad. Jesús no vino a condenar, sino a salvar. “He venido para que los hombres tengan vida y la tengan abundantemente” (Jn 10, 10).

El color de la liturgia de la cuaresma es púrpura, lo que significa luto y penitencia. En Cuaresma, no se colocan flores en el altar y el sonido de los instrumentos sólo se permite sostener el canto, respetando la naturaleza penitencial de esta época. Asimismo, “Aleluya” se omite en todas las celebraciones, desde el inicio de la Cuaresma hasta la Vigilia Pascual. La costumbre de cubrir cruces e imágenes en la Iglesia desde el quinto domingo de Cuaresma todavía se observa en ciertos lugares.

En cuanto al ayuno, la Congregación del Culto Divino nos guía sobre este tema. También vale la pena recordar que el ayuno es obligatorio para los católicos de entre 18 y 65 años de edad el Miércoles de Ceniza y la Semana Santa del viernes. Obviamente, personas que están en plena vigencia con su salud.

A lo largo del período de Cuaresma hay una costumbre de dar limosna a los pobres y más necesitados. Para el cristiano, entonces, es importante vivir el espíritu de Cuaresma, que consiste en un cambio de vida, con más oración, caridad, penitencia y ayuno.