Comentario dominical – Domingo XV del Tiempo Ordinario
16 de julio de 2023
Ciclo A: Mateo 13, 1 – 23
Por: D. Jovani Cuellar Peña, C.Ss.R.
Un saludo muy cordial a todos y todas quienes se acercan dominicalmente a este portal web dirigido por los Misioneros Redentoristas, en busca de alimento espiritual o subsidio preparatorio respecto a las lecturas bíblicas del decimoquinto domingo del tiempo ordinario. Existen varias motivaciones a tener en cuenta a propósito de este día, a saber: la celebración del día del Señor que periódicamente conmemoramos cada domingo, también la Congregación Redentorista recuerda la Solemnidad del Santísimo Redentor, titular de la Congregación fundada por San Alfonso de Liguori. De igual manera, la conmemoración que también se recuerda este día, y que probablemente estará más presente en la memoria de los devotos cristianos, es la fiesta de la Virgen del Carmen; cuya advocación cuenta con una amplia aceptación en Colombia y el mundo entero.
El eje central de las lecturas correspondientes a este día es la Palabra de Dios. En la primera lectura tomada del libro del profeta Isaías la palabra aparece bajo la simbología de la lluvia y la nieve que empapan la tierra y la hacen germinar. Esta comparación evoca el maná que caía del cielo para el pueblo de Israel que andaba por el desierto y era su alimento durante la travesía. De esta manera, “el maná constituye la metáfora del don de la Ley al pueblo, pues cuando el pueblo cumple la Ley se nutre del alimento divino, y se transforma ante las naciones en el testimonio perenne de la gloria de Dios (Is 55,13)” (Ramis, F; 2008, p. 243). El fruto resultante de la palabra es la semilla y el pan, que a su vez constituye otra metáfora de la ley. Se supone que los frutos que se reciben por bondad de Dios a través de su palabra deberán corresponder a Él, aunque esta consecuencia no siempre se da.
En cuanto al texto evangélico, aparece la comparación de la Palabra con la del sembrador que sale a sembrar. La semilla significa, al mismo tiempo, la Palabra de Dios con las diversas reacciones ante la predicación de la palabra.
La semilla sembrada a lo largo del camino representa la incredulidad. La semilla en terreno pedregoso representa una religiosidad superficial. La semilla entre zarzas remite a la pretensión de los discípulos de servir a Dios y al dinero y vivir las inquietudes de este mundo: la semilla queda infructuosa. Finalmente, la semilla sembrada en tierra buena representa el ideal del discípulo, el que «oye, entiende» y obra. (Rodríguez, A; 2006, p. 134)
Por cierto, no es tan difícil entender la parábola ya que el mismo Jesús ofrece lo que se podría llamar una homilía.
En la lectura evangélica como en la primera lectura del profeta Isaías, e incluso en el salmo 64, se percibe la generosidad que tiene nuestro buen Dios para con los seres humanos. No escatima esfuerzo alguno para alimentar a su pueblo. En palabras del papa Francisco (2020), la semilla “ya está presente en nuestro corazón, pero hacerla fructificar depende de nosotros, depende de la acogida que reservamos a esta semilla”. Es decir, cada quien debería interrogar su vida respecto al conocimiento del tipo de terreno que es su corazón. Discernir que hace falta para que el terreno del corazón esté arado y fértil. Tanta es la bondad del sembrador que aún sabiendo que todas las semillas no van a dar fruto, el resultado final será satisfactorio (aunque unos den el 30 por uno), pues habrá cosecha.
Al respecto de la solemnidad del Santísimo Redentor, que los misioneros redentoristas celebramos cada tercer domingo de julio, conmemoramos el significado profundo del lema de la Congregación: “Copiosa Apud Eum Redemptio” (En Él hay abundante redención). Creer en Jesucristo Redentor es tener la firme convicción que “Dios no envió a su Hijo al mundo para condenarlo, sino para que se salve por Él” (Jn 3, 17). En esta dirección se orienta el mensaje de salvación que anuncian los redentoristas: Jesús que ha sido enviado por el Padre para mostrarnos su cercanía y brindarnos gratuitamente el Reino de los cielos, solo depende de los seres humanos si quieren preparar su corazón para acogerlo. Esta festividad redentorista compagina maravillosamente con la segunda lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos. En la carta a los cristianos de Roma, se expresa que “los sufrimientos de ahora no se pueden comparar con la gloria que un día se nos manifestará” (Rm 8,18); más aún, “la creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios” (Rm 8, 9). Esta expectativa ya está cumpliéndose en nuestros días, gracias a Jesús redentor.
La madre de Jesús tuvo el grande privilegio de experimentar la gloria salvadora de Dios a través de su hijo. Fue una mujer que moldeó su terreno en un espacio propicio para acoger la semilla del verbo. De ahí, entre otras cosas, que sea un modelo auténtico de vida cristiana. En cuanto a la advocación específica de la virgen del Carmen que se conmemora hoy, esta posee varios símbolos de la vida cristiana, pero aquí me gustaría retomar el hecho de que la virgen extrae con el escapulario las almas del “purgatorio”. Este pequeño signo debería actualizarse en el compromiso que tenemos los cristianos de rescatar a tantos hermanos y hermanas que “soportan el «purgatorio» de la necesidad, del paro, de la droga, de la injusticia, de la enfermedad, de la angustia ante un futuro incierto… y tantas otras lacras como hieren y menoscaban a nuestra sociedad actual” (Chica, F; 2021). Dicho de otro modo, un terreno fértil como el de la madre de Jesús aún hoy continúa inspirando a cosechar frutos, entre ellos, la restitución de la dignidad de los más abandonados.
¡Que todos puedan experimentar una solemnidad gozosa y llena de oración del Santísimo Redentor! Que su madre, en la advocación del Carmen, nos ayude a convertir nuestro corazón en terreno fértil en cuanto continuamos siguiendo a su Hijo, nuestro Redentor.
Bibliografía
Chica Arellano, F. (2021). Devoción a la Virgen del Carmen. Obtenido de Conferencia Episcopal de Colombia: https://www.cec.org.co/sistema-informativo/opinion/devocion-la-virgen-del-carmen
Papa Francisco. (2020). Ángelus 12 de julio de 2020. Obtenido de Vatican.va: http://www.vatican.va/content/francesco/es//angelus/2020/documents/papa-francesco_angelus_20200712.html
Ramis Darder, F. (2008). Isaías 40-66. Desclée De Brouuwer.
Rodríguez Carmona, A. (2006). Evangelio de Mateo. Desclée De Brouwer.